Se trata de un embutido libre de carne y a base de legumbres, verduras cocidas y una mezcla de especias.

Hay hamburguesas, salchichas, queso a base de papa, dulce de leche hecho en base a almendras y coco, nuggets de arroz con garbanzos triturados, salchichón primavera hecho con cebolla y remolachas y albóndigas de lentejas.

Basta acercarse a una góndola de supermercado o a un comercio naturista del barrio para ver que existe un gran abanico de nuevas ofertas de alimentos elaborados que imitan la textura, el color y el sabor de productos vacunos.

Ahora la novedad llega con un salame que bien puede ser parte de una picadita tradicional. En este caso, la versión vegana tiene como ingrediente principal a la calabaza que es preparada especialmente para lograr el famoso "Calabizo", tal el nombre comercial que le pusieron los creadores de España.

La receta es muy simple, si bien lleva un proceso de triturado y cocción previo, en su composición podemos encontrar elementos naturales como cebolla ajo, especias, sal, orégano, pimienta y aceite de oliva virgen extra (para sustituir la grasa magra de cerdo).

Su nombre causa revuelo al relacionarlo con este clásico embutido porque esta es una denominación reservada para productos cárnicos, aunque en la actualidad, no se busca competir con el producto en sí, sino imitar sus componentes físicos y el sabor, pero evitando que intervengan animales en su elaboración. Por medio de una etiqueta, señalan que el producto está hecho de calabaza ahumada y curada, y es 100 por ciento vegetal, ¡una delicia!

El peculiar invento tiene su origen el Barcelona, de la mano de tres mujeres emprendedoras que empujan este proyecto hace cuatro años. Su objetivo, como al igual de miles de personas que ya se sumaron a esta movida saludable, es poder disfrutar de algo sabroso, tentador y prescindiendo del ingrediente cárnico.


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