No se esperó ni un minuto más. Luego de 90 días finalizó el congelamiento del valor de los combustibles y las petroleras anunciaron un incremento del 5% en el precio de sus naftas y gasoil en surtidor desde la madrugada.

De esta forma, los valores en la Ciudad quedaron así:

  • Litro de nafta súper: YPF, $50,19; Axion, $50,29; Shell, $50,60
  • Litro de nafta premium: YPF, $57,90; Axion, $58,34; Shell, $58,56
  • Litro de diésel súper: YPF, $44,74; Axion, $48,28; Shell, $49,34
  • Litro de diésel premium: $52,34; Axion, $55,85; Shell, $55,98

Con el mercado liberado, YPF, que tiene casi 60% del despacho de combustibles, es la que fija la estrategia que tomarán las empresas para cerrar la brecha de 10% que, según las petroleras, todavía queda de diferencia con el precio de paridad de importación (lo que costaría la nafta si se importara).

"Nadie hará nada con los precios hasta que YPF mueva. El contexto económico no da para que nadie se descalce y quede fuera del mercado", había dicho una de las estaciones de servicio a la espera que la petrolera con control estatal anuncie su alza. En el sector no se espera que los próximos aumentos sean de forma abrupta, si no de manera escalonada. Así coinciden las tres marcas principales que dominan el mercado: YPF, Shell y Axion.

Pero hay algo claro: la brecha debería cerrarse antes que asuma Alberto Fernández, ya que tanto el presidente electo como su equipo económico deslizaron que analizan aplicar un acuerdo de precios en los primeros seis meses o en un plazo aún mayor.

Las empresas petroleras querrán anticiparse y cubrir las pérdidas que tuvieron en los últimos meses con valores en surtidor menores a sus costos, para no empezar el nuevo congelamiento con valores atrasados.

Con ocho alzas en el año, los precios de las naftas aumentaron 33% en el acumulado, mucho menor al 44% estimado de inflación para el mismo periodo. El año pasado, la variación de precios había sido al revés: los combustibles subieron 69% contra una inflación de 47,6%.

Ayer, los conductores se anticiparon al aumento y hubo larga filas de vehículos en las principales estaciones de servicio de la Ciudad.

Según el último balance que presentó YPF, los volúmenes de nafta y diésel Infinia (su marca premium) cayeron 9,2% y 5,5%, respectivamente, en el trimestre pasado. La nafta súper se mantuvo casi constante, porque absorbió en parte la caída de la demanda de la premium.

También la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra) coincidió en que la liberación del mercado "no significa que los consumidores tengan que pagar un aumento desmedido en los precios del surtidor".

"La caída en las ventas en nuestras estaciones refleja que cualquier recomposición de precios -necesaria también para no desalentar las inversiones comprometidas en Vaca Muerta- debe ser gradual.

El contexto político actual, inmerso en una etapa de transición entre un gobierno saliente y otro entrante, creemos que acentúa una vuelta a la normalidad de los precios de los combustibles en un clima de consenso de todos los protagonistas de la cadena productiva energética para no perjudicar al consumidor y a la actividad económica en su conjunto", agregaron en un comunicado difundido.

En el transcurso de los tres meses que duró el congelamiento, la Secretaría de Energía habilitó dos incrementos -de 4% y 5%- en los precios del surtidor. De esta forma se incrementó el valor del tipo de cambio fijado por el Gobierno para la venta de combustibles, que pasó así de los iniciales $45,19 a $51,77. Aun está lejos de los $59,70 a los que cerró ayer el dólar mayorista, que se toma de referencia en el sector.

En relación con el valor del barril, el Gobierno lo había fijado en US$59, también por debajo de los US$61,39 a los que cerró ayer el precio internacional del barril en la cotización del Brent.

En el último incremento, el Gobierno aprovechó además para aumentar los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) en 6%, y para subir 8% el precio del bioetanol de maíz y biodiesel y 6% el bioetanol de caña.

Para el mes que viene, se esperan nuevos aumentos en los impuestos, correspondiente a la actualización por la inflación acumulada del último trimestre, lo que generaría aun más presión al precio de las naftas.

"Nos encarecen el producto y nos aumentan los impuestos. El margen para las petroleras sobre el 5% de aumento es mínimo", se habían quejado en una de las marcas de las estaciones de servicio.


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