Alfredo Rodríguez, presidente La Libertad Avanza Chaco, ex candidato a gobernador y delegado regional de ANSES, se refirió al reciente acto en la provincia que contó con la presencia de Karina Milei y Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
Durante la charla en La Mañana de Natagalá, Rodríguez reflexionó sobre la actual situación política del país y las dificultades que enfrenta la gestión de Javier Milei.
Rodríguez recordó las charlas de campaña que mantenía cuando era candidato a gobernador y cómo, en aquel entonces, muchos subestimaban el crecimiento de Milei. “Decían que no iba a pasar de un tercer lugar cómodo, y que la segunda vuelta sería entre Patricia Bullrich y Sergio Massa”, relató Rodríguez.
Sin embargo, destacó que, desde su experiencia en la provincia y los sondeos internos que manejaban, la intención de voto por Milei no bajaba del 30 al 40%. “Yo sabía que se manipulaba la información para construir otra realidad”, afirmó.
Rodríguez destacó que esta elección trajo consigo un cambio de paradigma en la comunicación política. Según él, quedó demostrado que no importa cuánta inversión haya en una campaña si la realidad del país no mejora. “Los argentinos estaban muy mal, y aunque seguimos en un proceso de recuperación, la gente eligió a un candidato que era directo y que proponía algo distinto a la clase política tradicional”, explicó.
Para Rodríguez, la ciudadanía, cansada de “espejitos de colores” y promesas incumplidas, optó por darle una oportunidad a Milei. "Hoy seguimos pidiendo a los argentinos que confíen en nosotros, que nos permitan gobernar para salir del pozo", agregó.
En la entrevista, Rodríguez abordó la sesión del Congreso para tratar posibles restricciones al uso de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del presidente Milei. “Hoy, la única herramienta que tiene el presidente para avanzar, en un Congreso donde no tiene mayoría, es el DNU”, afirmó. Rodríguez sostuvo que la oposición busca “ponerle palos en la rueda” a la gestión de Milei.
“El intento de limitarle esta herramienta al presidente nunca se hizo antes en la historia reciente de la Argentina, y eso demuestra la intencionalidad manifiesta de no dejarlo gobernar”, señaló con firmeza. Según Rodríguez, esta movida no tiene en cuenta que “en el medio están los intereses de todos los argentinos”.
Rodríguez no escatimó en palabras fuertes para describir la actitud de los sectores opositores: “acá ves la hijaputez de la dirigencia política tradicional que se caga en el pueblo argentino”, afirmó. Para él, si bien es función del Congreso discutir y sopesar el uso del poder, cuestionar herramientas que fueron otorgadas a todos los presidentes anteriores es un acto de hipocresía.
El dirigente libertario concluyó señalando que la falta de “músculo legislativo” del gobierno de Milei, con un bajo número de diputados propios, hace que el desafío sea aún mayor. “Esto no se trata de una rosca política, sino de sacar adelante al país”, cerró Rodríguez.
Por otra parte el dirigente mileísta destacó que el país atraviesa una crisis profunda, pero expresó que los primeros cambios bajo la gestión de Milei empiezan a generar expectativas positivas, especialmente entre las pymes y distintos sectores de la sociedad. Rodríguez aseguró que, aunque algunos opositores intentan bloquear el avance de ciertas leyes, la situación está mejorando, con una inflación proyectada de 18% y un posible crecimiento económico del 5% para el próximo año.
“Las pequeñas y medianas empresas están muy optimistas. Ven un marco general positivo para el crecimiento, y eso se nota en el ambiente. El país está cambiando, aunque todavía no estamos en Suiza”, afirmó Rodríguez.
Al ser consultado sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas, Rodríguez subrayó que la cuestión está en el Congreso y es una decisión política que depende de la voluntad de los legisladores. "El dictamen positivo está, y el tema sigue en discusión. Todo depende de la intencionalidad política", indicó. Además, remarcó que los gobernadores están preocupados por el presupuesto y que se prevé que la privatización de Aerolíneas continúe siendo uno de los temas centrales de la agenda política.
Rodríguez también abordó la relación entre Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarroel, destacando que, a pesar de tener diferentes enfoques en algunos temas, ambos comparten la misma línea política. “Yo sigo la línea de Javier Milei toda la vida”, afirmó, y señaló que la popularidad del presidente volvió a repuntar, superando el 50% de aprobación en los últimos meses.
A lo largo de la conversación, Rodríguez defendió el uso de los DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia) como herramienta para tomar decisiones rápidas en medio de la crisis. “El país está en crisis y el presidente tiene la obligación de tomar medidas, aunque a veces no sea comprendido por todos”, dijo.
Rodríguez reconoció que se está logrando una estabilización en la macroeconomía, con la inflación bajo control y el consumo minorista comenzando a repuntar, según datos de la CAME. Sin embargo, expresó su preocupación por el impacto en el empleo y los salarios, resaltando la pérdida de 180.000 puestos de trabajo y la transición de muchos trabajadores de la formalidad a la informalidad.
A pesar de estas críticas, el entrevistado reconoció los esfuerzos por reactivar sectores productivos como la construcción, un área que considera clave para la recuperación económica. "Los bancos están volviendo a ofrecer créditos hipotecarios y la construcción es una de las herramientas más positivas para el crecimiento", afirmó, destacando que, en este sector, incluso los bancos están cerrando operaciones debido a la alta demanda.
En cuanto a la política exterior, Rodríguez se mostró optimista sobre el acercamiento de Argentina a mercados internacionales, citando la próxima reunión entre Javier Milei y Donald Trump como un paso positivo en la inserción global del país. No obstante, advirtió que estas medidas deben ir acompañadas de políticas internas que mejoren las condiciones de vida de los argentinos.
Finalmente, Rodríguez hizo un balance de la situación de la obra pública, criticando la corrupción vinculada a las obras y la necesidad de suspender aquellas que no estén avanzadas significativamente. "La obra pública siempre fue una caja negra y hemos visto pruebas de desvío de fondos", expresó, refiriéndose a los casos judiciales que involucran a funcionarios anteriores.
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