El problema social se agudizó en los últimos años, ya que en marzo del 2018, dos de cada diez inquilinos tenían la misma dificultad y fue agravándose.

El 41,2% de los inquilinos consultados tuvieron problemas para afrontar el pago de los alquileres en agosto último, según un informe del Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo.

El informe arrojó que otro 29,77% de los inquilinos no resuelven los problemas edilicios del inmueble que alquilan, un 11,45% sufre "retención indebida" de depósitos de alquiler y el 9,9% no puede pagar las expensas, impuestos y servicios públicos.

Este problema social se agudizó en los últimos años, ya que en marzo del 2018, dos de cada diez inquilinos tenían la misma dificultad y fue agravándose hasta llegar a las cifras de agosto último.

El director del Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo, Fernando Muñoz, afirmó que muchos inquilinos deben rescindir los contratos ante situaciones inesperadas como la "pérdida del empleo o el deterioro del poder adquisitivo que, sumado al aumento del alquiler, les impide mantener niveles elementales de consumo".

Explicó en declaraciones periodísticas que los inquilinos "buscan una salida cambiando comodidad por precio, se mudan a departamentos más chicos o alejados, o alquilan una habitación en una vivienda familiar o en un hotel".

Muñoz señaló que "también hay una tendencia al hacinamiento, familiares o amigos que acuerdan vivir juntos, jóvenes que regresan a la casa de los padres o jubilados que se mudan a la casa de sus hijos".


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