Julio Augusto, vicepresidente de la Cámara de Frigoríficos del Chaco y propietario del frigorífico PETE, destacó la reciente medida nacional que elimina las retenciones a las exportaciones de cuero, calificándola como una oportunidad positiva para el sector. En Natagalá de Verano, Augusto señaló que esta decisión, aunque no tiene un impacto inmediato, podría abrir puertas comerciales internacionales y ayudar a abaratar costos en la industria cárnica.
"Esta medida es buenísima, pero hay que trabajarla mucho. Tenemos que buscar mercados y movernos para innovar. Antes, los ingresos por el cuero ayudaban a pagar al personal y a abaratar el precio de la carne, pero eso se perdió hace años", explicó.
El empresario hizo hincapié en que la industria del cuero cambió drásticamente en las últimas décadas, con materiales sintéticos reemplazando el uso del cuero en productos como tapizados, ropa y calzado. Sin embargo, consideró que la posibilidad de exportar cuero salado representa una oportunidad para revitalizar este mercado, especialmente si se logran acuerdos con clientes internacionales.
Además, Augusto destacó que, aunque la medida podría dinamizar la economía del sector, no tendría un impacto directo en la reducción de precios en el mercado interno debido a la estructura de costos e impuestos que enfrentan los frigoríficos.
"Hoy tenemos una faena muy chica comparada con otras provincias, pero si los frigoríficos del norte se juntan, podríamos enviar más cantidad de cuero al exterior y aprovechar esta medida a largo plazo", afirmó.
Finalmente, el vicepresidente de la Cámara Frigorífica también mencionó otros desafíos que enfrenta la industria, como la alta carga impositiva y los costos de producción, factores que inciden directamente en el precio final de la carne.
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