Carlos Alabe, arquitecto y presidente de la Fundación Ciudad Limpia, relanzó con fuerza la campaña por la concreción de la "Casa de los chaqueños" en Buenos Aires, una obra pensada para brindar alojamiento y contención a pacientes y familiares que deben trasladarse a la capital del país por razones de salud.
A pesar de haber comprado el terreno hace años, Alabe denunció en El Resumen de Natagalá que no pudieron colocar “ni un ladrillo” por falta de apoyo político y económico.
“Todo el mundo nos felicita, pero nadie arranca”, lamentó y expresó que esta es “la última bala” que tirarán para concretar un proyecto que ya lleva más de ocho años sin avances significativos.
Alabe alude a la campaña solidaria que se realizará este 11 de mayo en el marco de las elecciones provinciales.
En una actividad autorizada por el Tribunal Electoral, Voluntarios de Ciudad Limpia estarán presentes con urnas en diez escuelas céntricas de Resistencia entre ellas el Colegio Nº 1 Zorrilla, la Escuela Nº 2, la Escuela Nº 26, la Nº 41, el Colegio Nacional, el Normal, Don Bosco y la Escuela de Comercio para recuadar fondos.
La colecta se hará tanto a través de las urnas como mediante transferencias online Alias: casachacobsas Titular: Fundación Ciudad Limpia.
El referente solidario recordó que, al igual que con la casa Garrahan construida en Chaco, esta iniciativa se basa en el esfuerzo comunitario y la colaboración de empresas. Sin embargo, explicó que la distancia y los costos dificultan replicar ese modelo en Buenos Aires. Aun así, mencionó que cuenta con respaldo logístico y moral de la Fundación Garrahan, cuyo edificio está ubicado a escasos metros del predio adquirido.
“Falta financiamiento pero también decisión política”, sostuvo y reveló que la obra requiere unos 2,5 millones de dólares aunque con donaciones de materiales y mano de obra solidaria cree que podría realizarse con la mitad de ese monto.
Alabe fue tajante al señalar la falta de compromiso concreto por parte de funcionarios actuales y anteriores, mencionando promesas incumplidas por parte de legisladores e intendentes.
“No tenemos una pieza con un baño en Buenos Aires”, remarcó con indignación, y planteó que muchos chaqueños terminan durmiendo en la calle por no contar con un lugar digno frente al hospital.
A pesar de haber estado al borde de vender el terreno, el apoyo de la comunidad y el recuerdo de logros pasados lo motivaron a seguir adelante. “No es un capricho mío, es una necesidad de todos”, concluyó.
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