El Hospital Pediátrico Avelino Castelán informó sobre el ingreso de un bebé de dos años en condiciones críticas, evidenciando un aparente caso de maltrato infantil que ha conmocionado a la comunidad.
Según explicó la directora del nosocomio, Dra Alicia Michelini, el niño fue llevado al hospital después de que la madre reportara, en el centro de salud de Villa Prosperidad, una caída de su cochecito el día anterior.
Las autoridades indicaron a La Mañana de Natagalá que allí se constató la gravedad de sus lesiones: fractura de cráneo, lesión hepática y una explosión del epilorodudenal (lesión grave entre el estómago y el intestino delgado).
Las inconsistencias en la explicación materna llevaron a los médicos a realizar una denuncia inmediata por maltrato infantil.
El niño se encuentra en estado crítico, bajo soporte de drogas para mantener la tensión arterial y en respirador para reducir el esfuerzo respiratorio. La cirugía de emergencia confirmó las graves lesiones, que no se corresponden con una simple caída.
Michelini, junto con el co-director Dr Hugo Ramos y la jefa del área de protección infantil del hospital Perrando, Dra Ivana Diambri, destacó la coordinación con el servicio social y la Justicia para proteger al niño y su hermana de 5 años. Afirmó que la gravedad de las lesiones no coincide con la explicación de la madre.
La Dra Diambri, en tanto, señaló que el hospital atiende diariamente casos de violencia infantil, principalmente sexual. Enfatizó la importancia de la intervención interdisciplinaria en casos de sospecha de maltrato, destacando la necesidad de la corresponsabilidad entre salud, Justicia y desarrollo social para proteger a los menores.
La madre y sus hijos se mudaron recientemente de Tres Isletas a Villa Prosperidad, escapando de una situación de maltrato con su pareja anterior. En abril, el niño ya había sido internado por desnutrición y un cuadro febril, donde se observaron hematomas. Aunque en ese momento no se comprobó maltrato, el caso quedó bajo sospecha.
El hospital continúa monitoreando el estado del niño, mientras se realizan evaluaciones y seguimientos a otros miembros de la familia para asegurar su bienestar. El caso subraya la importancia de la vigilancia y la intervención temprana para prevenir el maltrato infantil.
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