El Centro de Rehabilitación de Adicciones Vida Nova, ubicado en el área metropolitana de Resistencia, enfrenta una crisis que podría llevar a su cierre, dejando a decenas de personas sin atención.
En diálogo con 7AM, Federico Hauptman, director de la institución, expresó su preocupación por la situación actual. "Ayer fue toda la comitiva del Gobierno, y el subsecretario de Salud catalogó a todo este centro como inútil. Somos un centro muy conocido, con la mejor eficiencia, el más elegido en Chaco, donde el Estado no tiene un plan de adicción", afirmó Hauptman.
Desde su apertura hace seis años, Vida Nova adaptó sus modalidades de atención y creció en la cantidad de usuarios. Actualmente, el centro alberga a 39 personas internadas, y atiende a 80 más en programas ambulatorios. Sin embargo, recientemente el Gobierno provincial exigió la habilitación del centro bajo la ley de salud mental, lo que ha desencadenado un conflicto.
Hauptman sostiene que "estamos en regla para funcionar como corresponde", y critica la falta de apoyo del gobierno. “Si hay algo que falte, el gobierno debería potenciar esta institución”, indicó, al tiempo que resaltó que muchas personas buscan su ayuda por no poder pagar tratamientos en otras clínicas. “Me dedico a la humanidad, a ese sector marginado, adicto, que nadie ayuda”, enfatizó.
El director también se refirió a las acusaciones de inoperancia lanzadas por funcionarios del gobierno. "Lo que dijeron es un delito. No estoy dispuesto a pagar por el capricho de una persona”, aseguró, aludiendo a la directora del órgano de revisión de salud mental. En este sentido, añadió: "No me cierres, dame herramientas".
A raíz de esta situación, se han programado protestas por parte de las familias de los pacientes. "Hoy a las 11, todas las familias van a estar en el predio, resistiendo. Van a pedir la cabeza de su secretario”, anunció. La indignación ha llevado a las familias a considerar la posibilidad de cortar rutas para ser escuchadas.
La falta de recursos y apoyo estatal ha sido un tema recurrente en la conversación de Hauptman. “No recibo ningún subsidio del Estado. Siempre he trabajado para ayudar a las personas que lo necesitan”, concluyó. La comunidad está a la espera de una solución, mientras el futuro de Vida Nova pende de un hilo.
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