En su columna habitual en 7AM, la Dra. Mariela Sabadini, especialista en nutrición, advirtió sobre dos componentes que, aunque forman parte de nuestra vida cotidiana, pueden tener graves consecuencias para la salud: el trigo modificado genéticamente y el PFOA, un compuesto presente en utensilios de cocina y otros productos de uso diario.
La Dra. Sabadini explicó que el trigo que consumimos hoy en día ha sido modificado desde la década de 1960 por el agrónomo Norman Borlaug, quien desarrolló variedades más resistentes y de rápido crecimiento para combatir el hambre en regiones con dificultades agrícolas.
Si bien este avance contribuyó a mejorar la producción alimentaria a nivel mundial, el trigo resultante contiene proteínas en exceso, como las gliadinas, que el cuerpo no reconoce correctamente.
Este tipo de trigo, al ser consumido, genera una respuesta inmune en el organismo, causando daños en la mucosa intestinal y alterando la microbiota, los "bichitos" intestinales que son clave para la digestión y la salud general.
Sabadini detalló que esta alteración en el intestino puede desencadenar una amplia gama de enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoide, psoriasis, esclerosis múltiple, diabetes tipo 1, e incluso enfermedades neurológicas como Alzheimer y autismo.
“El 90% de los pacientes que eliminan el trigo de su dieta notan mejoras significativas en su salud,” comentó la Dra. Sabadini. Y agregó que los síntomas comunes, como hinchazón abdominal, dolores de cabeza, migrañas, y enfermedades de la piel, también mejoran al reducir el consumo de este alimento.
Otro tema de gran relevancia tratado por la Dra. Sabadini fue la presencia del PFOA (ácido perfluorooctanoico) en utensilios de cocina con revestimiento antiadherente, como sartenes de teflón.
Este compuesto químico, utilizado para fijar la capa antiadherente en estos productos, se vuelve tóxico cuando la superficie de la sartén se daña o raya. Al exponerse, este agente puede ingresar al cuerpo y acumularse en el organismo, donde no se degrada, lo que lo convierte en un factor de riesgo para la salud.
“El PFOA es cancerígeno y actúa como un disruptor endocrino, interfiriendo en el sistema hormonal del cuerpo”, explicó Sabadini.
Además, este compuesto está asociado con problemas en el sistema reproductivo, enfermedades inmunológicas, alteraciones hepáticas y aumento de colesterol. Su uso en utensilios desgastados aumenta el riesgo de que el PFOA se libere y se acumule en el cuerpo con el tiempo.
La especialista recomendó optar por utensilios de cocina sin PFOA o de materiales más seguros, como hierro, acero inoxidable o cerámica.
Además, insistió en la importancia de leer las etiquetas al comprar productos y elegir aquellos que garanticen no contener sustancias tóxicas.
La profesional hizo un llamado a la conciencia sobre los alimentos y utensilios que utilizamos diariamente y cómo pequeñas modificaciones en nuestras elecciones pueden tener un gran impacto en nuestra salud.
Desde reducir el consumo de trigo hasta optar por utensilios de cocina libres de PFOA, la nutricionista destacó que estos simples cambios pueden mejorar significativamente la calidad de vida y prevenir enfermedades a largo plazo.
La Dra. Sabadini atiende en San Buenaventura del Monte Alto 460, y sus columnas son compartidas semanalmente en sus redes sociales.
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