El Reino Unido, el país europeo más golpeado por la pandemia en términos sanitarios y económicos, anunció hoy la prórroga de las ayudas para enfrentar las restricciones por el coronavirus y también el primer aumento de la carga impositiva para mitigar la colosal deuda generada por estas políticas, rompiendo una tendencia ininterrumpida desde hace 40 años.

El ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, presentó su ley de presupuesto ante el Parlamento y pronosticó que la economía del país debería crecer un 4% en 2021, en lugar del 5,5% estimado en noviembre, debido al tercer confinamiento impuesto a nivel nacional desde enero.

El Reino Unido es uno de los países desarrollados que sufrió la mayor caída de su PBI, un 9,9% en 2020, su mayor contracción en 300 años, recordó Sunak en la Cámara de los Comunes, al presentar su proyecto, que incorpora hasta 75.000 millones más de euros en los próximos dos años en ayudas a ciudadanos y empresas para salir de la pandemia.

Sunak, un conservador pro-Brexit defensor de la ortodoxia presupuestaria hasta que estalló la pandemia, también destacó que se acerca el momento de reequilibrar unas cuentas públicas desbordadas.

El Gobierno británico calcula que su deuda, sumados este año y el siguiente, supondrá cerca de 680.000 millones de euros

“La deuda acumulada (durante esta crisis) solo puede compararse con la que se contrajo durante las dos guerras mundiales. Su devolución será tarea de muchos gobiernos durante varias décadas”, señaló, según la agencia de noticias AFP.

Medidas de Boris Johnson

En ese contexto, el gobierno del premier Boris Johnson se prepara para romper una tendencia ininterrumpida desde 1982 y subirá hasta seis puntos porcentuales la alícuota del impuesto de Sociedades, del 19% al 25%. Su máximo histórico llegó a ser del 52% hace casi 40 años. Pero el alza no llegará ya, sino que entrará en vigencia en 2023.

A cambio, durante estos próximos dos años, Sunak anunció una tregua fiscal con un esquema de incentivos nunca usado hasta ahora en el Reino Unido.

Bautizado como el “sistema de superdeducciones”, las empresas podrán restar de su base impositiva hasta un 130% de las inversiones que realicen, en un esfuerzo por hacer más competitiva la economía británica en la era pos-Brexit.

Pero el de Sociedades no será el único impuesto que suba de aquí a dos años. El Gobierno elevará también el mínimo exento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, fijado hasta ahora en unos 14.400 euros, y bajará el nivel de renta a partir del cual se paga el tipo máximo del 40% (hasta ahora, de unos 58.000 euros).

De momento, las rentas superiores a 175.000 euros mantendrán el tipo agravado del 45%. Sunak ha anunciado también una revisión del máximo de pensión privada acumulada que los británicos pueden amortizar sin ser penalizados fiscalmente.

Y como alivio, el sistema por el cual el Estado corre con el 80% de los salarios -con un límite de 2.500 libras (3.500 dólares) mensuales por persona- de los empleados que no sean despedidos pese al paró de la actividad, fue prolongada cinco meses hasta finales de septiembre, anunció Sunak

También continuará un apoyo similar para los trabajadores autónomos, y las ayudas a las personas con bajos o ningún ingreso se prolongarán durante seis meses.

"Seguiremos haciendo lo que sea necesario para apoyar a los británicos y a las empresas en este momento de crisis", subrayó Sunak.

El país más golpeado de Europa por la Covid-19, con más de 123.000 muertos y 4,2 millones de casos, debe emprender el próximo lunes una muy progresiva desescalada que no se completará hasta fines de junio.

Sunak confía en revivir la economía británica gracia a las ayudas comprometidas para los próximos dos años y al aparente éxito de la campaña de vacunación, que el Reino Unido puso en marcha un mes antes que el resto de Europa.

Fuente: Telam


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