Con un 98% de apoyo en la votación realizada entre sus miembros, la IATSE (Alianza Internacional de empleados de escenarios teatrales) —el gremio de trabajadores, técnicos, atrecistas, artesanos, etcétera en cine, televisión y otras artes— amenaza con una huelga que podría paralizar Hollywood durante un buen tiempo.

El que la haya finalmente o no va a depender de que las negociaciones, que llevan meses estancadas, se reanuden en algún momento. Por lo menos Matthew D. Loeb, el presidente de la IATSE espera que la AMPTP (Asociación de productores de películas y televisión) tenga en cuenta esa posibilidad real para firmar un acuerdo que satisfaga a ambas partes.

De llegar a una huelga nos encontraríamos con la primera a escala nacional en los 128 años con los que cuenta la organización. El episodio más grave lo tuvieron en plena segunda Guerra Mundial, en la llamada Guerra de Warner Bros. cuando la organización estaba controlada por la mafia.

En esta ocasión, la situación actual viene tras el fracaso en la negociación de un nuevo convenio, que expiró el pasado julio. La erosión de la pandemia y el boom del streaming (que cuenta con unas condiciones distintas a los medios tradicionales) han provocado situaciones insostenibles en un sector caracterizado por, entre otras cosas, sus interminables jornadas de rodaje. Según Loeb:

«Esta votación es sobre la calidad de vida y también la salud y seguridad de aquellos que trabajan en la industria del cine y la televisión. Nuestra gente tiene necesidades humanas básicas como tiempo para la pausa para comer, dormir adecuadamente y un fin de semana. Para los que están en lo más bajo de la escala, necesitan nada menos que un salario para vivir»

De hecho, además de las mejoras salariales, uno de los puntos clave de las negociaciones se encuentran en el descanso otorgado a los trabajadores, reclamando un mínimo de 10 horas entre jornada y jornada y fines de semana de 54 horas.

La amenaza de huelga —que implicaría a unos sesenta mil trabajadores entre técnicos, atrecistas, electricistas, artesanos y demás— viene en un momento en el que la producción (sobre todo la televisiva) se ha retomado con más fuerza que nunca, sobre todo en cantidad.

Fuente: Espinof


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