Un coche bomba explotó este domingo en el oeste de Irak y mató a siete miembros de las fuerzas de seguridad locales que se reunían con milicias de esa región para coordinar una estrategia conjunta en la una zona que hasta hace solo unos años controlaba el grupo extremista Estado Islámico.

Paralelamente, Turquía e Irán convocaron a sus respectivos embajadores, aumentando la tensión sobre la presencia turca en Irak, según medios de comunicación estatales de ambos países.

A una semana de la llegada del papa Francisco a Irak en una visita histórica, el atentado golpeó directamente los esfuerzos del Estado nacional por recuperar el control y la seguridad de esa región fronteriza con Siria y Jordania.

El Ejército informó que las víctimas fatales son un militar de la 8ª Brigada de Infantería y seis miembros de las milicias progubernamentales de las Fuerzas de Movilización de Haditha, con fuerte presencia en la zona, según la agencia de noticias DPA.

Además, resultaron heridos otros cinco militares y seis milicianos, según un comunicado citado por la agencia oficial de noticias iraquí NINA.

Mientras tanto, la cancillería turca convocó este domingo al embajador iraní en Ankara, Mohammad Farazmand, y le dijo que Turquía quería ver a Irán de su lado en la “lucha contra el terrorismo”, según la agencia estatal Anadolu.

Voceros de la cancillería afirmaron además que Turquía informaba siempre a las partes afectadas, incluso a Irak, en relación con sus proyectos contra los rebeldes kurdos.

Asimismo, el ministerio de Relaciones Exteriores iraní convocó al embajador de Turquía en Teherán, Derya Ors, por comentarios del ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, sobre la presencia de activistas kurdos en Irán, según la agencia de prensa oficial Irna.

Soylu declaró el pasado fin de semana que había “525 terroristas” en Irán y voceros del gobierno iraní subrayaron que esos comentarios eran inaceptables e iban en contra de los esfuerzos de cooperación entre ambos países, agregó Irna.

Turquía, que interviene habitualmente contra los rebeldes kurdos en Irak, acusó el 14 de este mes al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de haber ejecutado a 13 turcos, en su mayoría miembros de fuerzas de seguridad.

Las autoridades turcas precisaron la semana pasada, tras confirmar las identidades, que se trataba de 12 turcos y un iraquí, y agregaron que militares turcos hallaron los cuerpos en una cueva cuando intentaban rescatarlos.

El PKK, que Ankara y sus aliados occidentales consideran como una organización terrorista, afirmó que bombardeos turcos mataron a los 13 rehenes, una versión rechazada por Turquía.

En una entrevista en la televisora kurda Rudaw, difundida este sábado, el embajador iraní en Bagdad, Iraj Masjedi, advirtió que las fuerzas turcas no deben “amenazar o violar el suelo iraquí”.

Su homólogo turco en Bagdad, Fatih Yildiz, respondió rápidamente en Twitter que Masjedi era “la última persona en poder dar lecciones a Turquía” sobre el respeto de las fronteras iraquíes.

Turquía lanza regularmente ataques en la zonas montañosas del norte de Irak contra las bases de retaguardia del PKK, que desde 1984 libra una guerra de guerrillas en suelo turco en la que murieron más de 40.000 personas.

Fuente: Telam


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