En el gobierno se abrió un debate sobre la necesidad de imprimir billetes de mayor denominación, ante la escalada inflacionaria que volvió a exigir cantidades ridículas de billetes, hasta para las operaciones más elementales.

En el Banco Central acompañan la idea: creen que reduciría el gasto nada despreciable que se invierte en imprimir billetes -la Casa de la Moneda tuvo el año pasado un déficit de más de 20 millones de dólares-, además de hacerle más sencilla la vida a la gente que se mueve en efectivo, que sigue siendo una parte muy importante de los argentinos.

Como anticipó LPO, la senadora tucumana Beatriz Avila, presentó este miércoles un proyecto para que el gobierno imprima billetes de mayor denominación de 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 pesos, para facilitar las transacciones.

Fuentes del Gobierno consultadas por LPO, reconocieron que se trata de un debate abierto, aunque destacaron que se estudia una denominación menor a la propuesta por la senadora de Juntos.

"Lo que se discutió es la posibilidad de sacar un billete de 5.000 pesos", afirmó a este medio un funcionario que participa de las decisiones en materia de política monetaria, que agregó que la discusión "está lejos de estar resuelta, aunque es posible que se alcance alguna definición en las próximas semanas".

El debate interno en el Gobierno por momentos alcanzó picos desopilantes. Cuando un funcionario cercano a Alberto Fernández propuso crear un billete de 10.000 pesos con la imagen de la Selección campeona del mundo.

El Ministerio de Economía no lo tienen entre sus propiedades y la Secretaría de Finanzas que conduce Eduardo Setti resiste la iniciativa, afirmó a LPO un funcionario al tanto de las conversaciones.

Fuente: La Política Online


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