La 143ª Asamblea Legislativa comenzó con un panorama inusual: un recinto semivacío y una notable ausencia de legisladores de la oposición. La ausencia fue evidente, ya que los bloques opositores que decidieron participar no lograron ocupar ni la mitad de las bancas disponibles.
Si hubiera estado la totalidad de los diputados y senadores deberían haber ocupado 329 sillas, de las que casi trescientas son de la oposición.
En este caso, los bloques que no son libertarios aportaron casi 100 legisladores. Este escenario se dio en un contexto de tensiones políticas y estrategias divergentes entre los distintos sectores legislativos.
El bloque Unión por la Patria optó por ausentar a la totalidad de sus legisladores. En lugar de asistir al recinto, una delegación encabezada por Germán Martínez, presidente del bloque, permaneció en el salón del tercer piso del Palacio Legislativo, a la espera del discurso del presidente Javier Milei. Esta decisión marcó una postura clara de distanciamiento frente al oficialismo.