La línea de crédito del Nuevo Banco del Chaco y subsidiada por el Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda, a través de la Tarjeta Tuya, destinado a familias chaqueñas para la realización de mejoras, ampliaciones y refacciones de sus hogares, inyectó más de mil millones de pesos a la industria de la construcción.

Así lo detalló el presidente del Instituto de Vivienda, Diego Arévalo quien aseguró que esta herramienta permitió que las familias pudieran encarar diferentes obras las cuales habían sido postergadas producto de las prioridades que surgieron durante la pandemia. “Tuvo un impacto muy importante porque, en un contexto incertidumbre, logramos brindar certezas porque los préstamos que se otorgaron tienen una primer cuota que es exactamente igual a la última que van a pagar en cuatro años”, valoró.

Al explicar cómo se logró esto, Arévalo precisó que el Instituto pudo subsidiar gran parte la tasa de interés lo que permitió bajar el costo de la cuota lo que a su vez generó la posibilidad de otorgar montos más elevados. “El subsidio de tasa es algo que nunca sucedió para este tipo de préstamos ya que el promedio del mismo es de 20 puntos de la tasa de interés bancaria, con lo cual la tasa fija de interés anual que paga una familia que toma el préstamo es del 23%”, precisó.

Arévalo detalló que la primera tanda de los prestamos, que se lanzó en julio, tenpia como objetivo alcanzar los mil cupos. “La inscripción fue de más de 1.600 personas en menos de una semana”, dijo. La segunda fue en octubre; para esta se inscribieron más de 2.400 en menos de 24 horas. “Estimamos que vamos a llegar a 3 mil préstamos efectivamente liquidados por un monto de aproximadamente 1.000 millones de pesos en este año”, anticipó.

“La estrategia funcionó; muchas familias pudieron acceder a refacciones que no las hubiesen hecho de otra forma, a su vez los comercios lograron movilizar y motorizar sus actividades, algo que se ve no solo en el despacho de cemento (Chaco ocupa el segundo lugar a nivel país detrás de Catamarca), sino en otros materiales lo que generó una rotación en el mercado local y, además, mano de obra”, mencionó.

Arévalo valoró además que más allá de la visión de los gobiernos nacional y provincial sobre el impacto de la obra pública y la consecuente reactivación económica que esta genera, “entendimos que los chaqueños tenían un refugio, como lo es el hogar de cada uno, que quieren cuidar”.


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