El presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin, ratificó este lunes la postura de excluir de las competencias de selecciones a los jugadores que participen de la nueva Superliga europea luego de aprobar el nuevo formato de la Liga de Campeones para el año 2024.

"Los jugadores de los clubes que disputen la Superliga no podrán participar con sus selecciones, ni en Mundiales ni Eurocopas", sentenció Ceferin tras una reunión del Comité Ejecutivo de UEFA, celebrada en Suiza.

La postura de la UEFA impacta directamente con los asociaciones y jugadores europeos, pero también atañe al resto de los jugadores extranjeros, entre ellos, el astro rosarino Lionel Messi.

En consonancia con el comunicado publicado el domingo antes del anuncio de los doce clubes fundadores de la nueva Superliga europea, el presidente de la UEFA ratificó las duras sanciones a las que se exponen los clubes y sus futbolistas según lo establecido en el artículo 72 de su estatuto.

El Sindicato Internacional de Jugadores (FIFPRO) publicó este lunes un comunicado en el que expresa su preocupación por el impacto de la nueva Superliga y rechazó que los futbolistas sean "ignorados y utilizados" en las negociaciones

El esloveno Ceferin adelantó que estos clubes serán sancionados "tan pronto como sea posible".

En vistas de una posible sanción acudieron a "tribunales competentes" para asegurar el desarrollo del nuevo torneo y se lo comunicaron tanto a la FIFA como a la UEFA.

"Su comunicado nos obliga a emprender acciones protectoras para blindarnos ante una reacción tan desfavorable que sería ilegal. Es nuestro deber asegurarnos con todas las acciones disponibles para proteger los intereses de la competición", dice el correo enviado por la Superliga que no pretende, según sus intenciones, competir con la Liga de Campeones o la Liga de Europa.

Los estatutos de la UEFA (art. 7.3) y la FIFA (art. 20) establecen que las ligas solo pueden existir a través de su aprobación y consecuente subordinación.

Ceferin consideró a la nueva Superliga una "propuesta vergonzosa" de clubes "guiados por la codicia" y que "escupe en la cara a todos los que aman el fútbol".

El titular de la UEFA también cargó contra su par de Juventus de Italia, Andrea Agnelli, quien renunció a la conducción de la Asociación Europea de Clubes (ECA) ante la creación de la Superliga europea.

"Vi muchas personas en nuestra vida, nunca vi personas así. No hablaré mucho de Agnelli, es una de las mayores desilusiones, tal vez la más grande", afirmó Ceferin, padrino de uno de los hijos de Agnelli.

Por su parte, el Comité Ejecutivo de la UEFA aprobó el formato para la Champions League 2024 con el paso de 32 a 36 equipos participantes, una decisión que plantó el enfrentamiento con los 12 clubes fundadores de la nueva Superliga.

Otro factor no menos importante es el económico. "Los clubes fundadores recibirán un pago en una vez del orden de 3.500 millones de euros, destinado únicamente a inversiones en infraestructuras y a compensar el impacto de la crisis del Covid-19", señala el comunicado de la Superliga que será financiado por el banco estadounidense JP Morgan según confirmó la propia entidad bancaria.

La Superliga pretende tener 20 equipos, pero hasta el momento no cubrió esa cifra. Clubes como Borussia Dortmund de Alemania y Porto de Portugal ya rechazaron esa posibilidad.

En tanto, Paris Saint Germain de Francia, uno de los semifinales de la presente edición de la Liga de Campeones, y Bayern Munich de Alemania no se definieron al respecto.

Algunas de las hinchadas de los clubes fundadores ya tomaron partido ante la Superliga con voces en contra. Éstos se expresaron en las redes sociales con la idea de que sus equipos se retiren del ambicioso proyecto.

Futbolistas como el español Ander Herrera y el alemán Mesut Ozil dieron su desaprobación a la Superliga. "Creo en una Champions League mejorada, no en que los ricos roben lo que el pueblo creó", escribió el exAthletic Bilbao de España y actual PSG, mientras que el exArsenal de Inglaterra publicó: "Soñamos con ganar el Mundial o la Champions, no una Superliga".

El rechazo también se replicó desde los gobiernos de Francia, Reino Unido, Italia y Unión Europea, mientras el resto del continente observa y analiza un hecho inédito que puede desatar una batalla judicial de grandes dimensiones y generar un cambio del mapa futbolístico significativo.

Fuente: Telam


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