En estas fiestas, regale libros

Pequeña guía para elegir libros de literatura infantil

Por Mariana Cayré

Muchas veces sucede que al entrar a una librería con el fin de buscar el sector de literatura infantil, lo primero que encontramos son enormes y coloridos libros que tienen más de juguete que de literatura. Tapas con ojos que se mueven, con botones que imitan sonidos de animales o motores, libros títeres o con diferentes accesorios.

También existen los libros que “enseñan”. Así, encontramos una enorme oferta para aprender los colores, los números, las letras, los medios de transporte o para conocer el campo o la ciudad, entre muchos otros. No digo que esté mal que se ofrezca esto, lo que no debemos es confundir y creer que estamos preparando el camino hacia la formación literaria de nuevos lectores.

Claro que queremos que, el niño o niña que aún no lee, pueda manipular el objeto libro para que se relacione con la literatura desde temprana edad. Pero, lo que realmente logrará contagiar el interés o gusto por la literatura, es escuchar historias. Que les lean bellos cuentos, poesía, leyendas.

Que puedan hojear libros con ilustraciones de calidad y carácter artístico. Textos que les permitan experimentar el asombro, la incertidumbre, que los confunda para que se animen a buscar certezas, en fin, que los conmocionen.
La literatura infantil no debe ser entendida como infantilizada, es literatura a secas, sin adjetivos, como dice la escritora y especialista cordobesa María Teresa Andruetto,

“El gran peligro que acecha a la literatura infantil en lo que respecta a su categorización como literatura, es justamente el de presentarse a priori como infantil o como juvenil. Lo que puede haber de «para niños» en una obra debe ser secundario y venir por añadidura, porque el hueso de un texto capaz de gustar a lectores niños o jóvenes no proviene tanto de su adaptabilidad a un destinatario sino sobre todo de su calidad, y porque cuando hablamos de escritura de cualquier tema o género, el sustantivo es siempre más importante que el adjetivo”

Por eso les dejo a continuación 7 consejos útiles a la hora de elegir libros para el público infantil:

1. El primer punto parecerá una obviedad, pero no siempre reparamos en ello. Todo texto escrito pertenece a un autor que lo ha creado. Si no figura su nombre, posiblemente no esté muy orgulloso de haberlo escrito, o no se trate de alguien que se dedique a ello. Desconfíe de los textos que no llevan un nombre a quien atribuir esa escritura.

2. El libro literario no tiene una función práctica o didáctica. No enseña nada, o por lo menos no en lo inmediato. Si evidenciamos rápidamente la intención de que ese libro fue pensado “para” algo, es muy probable que no sea literario.

3. Se trata principalmente de un libro, no de un juguete. Si queremos abrir camino hacia la lectura de textos literarios, regalemos aquellos que cuentan historias, que contienen poesía y sobre todo, que posibilitan el goce estético, como toda obra de arte. Si sólo queremos que jueguen, entonces sí busquemos aquellos que se muestran como un objeto de entretenimiento rápido.

4. Los cuentos de hadas tradicionales, o las historias sobre princesas y príncipes, no las inventó Disney. Los libros que tienen como autores a los hermanos Grimm, a Perrault o Andersen, entre otros; son los que narran las mejores versiones, ya sean recopiladas o propias. No es lo mismo una versión que una adaptación. En próximas ediciones nos dedicaremos al tratamiento de este tema.

5. La literatura no es moralista. No hace que los niños sean más buenos, que hagan caso, que no mientan o se laven los dientes a diario. Pero sí les permite ampliar sus horizontes y experimentar nuevos mundos a través de la ficción. (Invito a los adultos a quienes les interesa lo que digo en este punto a leer El cuentista, de Saki).

6. No debemos temer a los libros que hablan de “temas difíciles”. En la vida real, no todo tiene siempre un final feliz, las cosas no siempre se resuelven de la mejor manera. Entonces, por qué mostrar sólo historias que hablan de niños y niñas a los que únicamente les suceden cosas maravillosas. Hablar de los miedos, de aquello de lo que tememos –hasta de la mismísima muerte- también es necesario.

7. Las ilustraciones son fundamentales en los libros de literatura infantil. Busque aquellas que ofrecen imágenes menos estereotipadas, que no son un mero adorno porque amplían las lecturas que el texto ofrece en su totalidad. Las editoriales que le dan la importancia al trabajo del ilustrador, la importancia que se merece, se ocupan de mencionar tanto el autor del texto literario como el de las ilustraciones que lo acompañan y complementan.

Por último, para cerrar esta nota doy inicio a un ciclo de recomendaciones semanales. Los elegidos de esta semana son dos cuentos de la escritora e ilustradora japonesa Keiko Kasza:

Choco encuentra una mamá: Tal como el título lo sugiere, ya en sus primeras páginas, comienza a rodar la historia de Choco; un pequeño pájaro que decide salir en busca de una mamá.

En el camino se irá encontrando con diferentes animales que nada tienen que ver con él. Sin embargo, las diferencias no serán un impedimento para dar con un hogar. Esta historia, que al parecer se presenta muy sencilla, apela a la sensibilidad de los lectores de todas las edades.

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El estofado del lobo: Cuenta la historia de un lobo hambriento que decide buscar una gallina para cocinar su plato preferido. Al encontrarla, se propone engordarla para que su cena sea la mejor.Pero a medida que despliega una enorme variedad de exquisitas preparaciones la historia lo llevará por un camino diferente. Y no el más corto, precisamente.

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Ambos cuentos, pertenecen a la Colección Buenas Noche, de Norma. Poseen un lenguaje sencillo y cercano al relato oral. Los diálogos abordan el recurso de la repetición, ideal en las historias que se cuentan a los lectores más pequeños. En próximas ediciones recomendaré más títulos de esta y otras colecciones.

* Mariana Cayré es profesora en Letras (UNNE) y se especializa en el ámbito de la Literatura Infantil. Integra las cátedras Literatura Infantil y Juvenil y la de Literatura y Cine de la Universidad del Nordeste.

Es profesora del Postítulo en Pedagogía de la lectura con orientación en Literaturas Argentina y Latinoamericana del Instituto de Educación Superior de la Fundación Mempo Giardinelli y coordina el Postítulo en Pedagogía de la Lectura que dicha Institución ofrece en modalidad virtual. También se desempeña como docente en nivel secundario en las áreas de Lengua y Literatura.


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