El propio título de 'Loco por ella' podría llevar a pensar en una comedia romántica al uso, sensación que refuerza durante sus primeros minutos, en los cuales echa mano de multitud de lugares comunes de este subgénero pero consiguiendo darles la energía necesaria para despertar nuestra curiosidad. Luego llega la verdadera película, donde lo cómico y lo romántico siguen teniendo una fuerte presencia, pero añadiendo una aproximación al mundo de las enfermedades mentales. Una apuesta que podría haber salido muy mal pero de la que sale relativamente airosa.

Hay un momento en el primer acto de 'Loco por ella' en el que el personaje interpretado por Susana Abaitua, dice que lo que fastidia la magia de una relación es el día siguiente al primer encuentro, porque a partir de ahí todo se va cuesta abajo entre cosas que hay que hacer te guste o no. Una afirmación que casa muy bien con su actitud hasta entonces, eufórica y sin cortarse lo más mínimo en hacer lo que le venga en gana.

Esos primeros minutos de 'Loco por ella' no sirven solamente para que Adri (Álvaro Cervantes) se enamore de Carla (Abaitúa) -aunque tarde en darse cuenta por lo caradura que era hasta entonces-, pues también es la forma de que mostrar al público que esto puede parecerse mucho a una comedia romántica al uso, pero también que hay algo especial en ella, una luz que te atrae y que te hace entender el disparatado plan que él urde para poder contactar de nuevo con ella y nos predispone a ser más flexibles a la hora de creernos lo que plantea el guion firmado por Natalia Durán y Eric Navarro.

Entonces es cuando la película dirigida por Dani de la Orden pone todas las cartas encima de la mesa, ya que además de una improbable historia de amor también se atreve a intentar retratar cómo es la vida dentro de un centro de salud mental. Una decisión que necesita dar con el tono adecuado para que no saque al espectador de la película y el primer acierto es no forzar el humor, dejando que surja a través de la personalidad de los diferentes personajes.

Es cierto que 'Loco por ella' nunca deja de ser previsible y tampoco tiene especial interés en profundizar en ninguno de los personajes secundarios, pero al menos deja que respiren y sean algo más que anécdotas dentro del proceso de reconquista que plantea la película.

'Loco por ella' no se contenta con ser un mero pasatiempo, aspirando a algo más y no me sorprendería para nada que lograse tocar la fibra sensible de algunos espectadores, sobre todo por la ternura que puede llegar a transmitir.

Fuente: Espinof


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