En diálogo con La Mañana de Natagalá, Pablo Vianello, abogado de Luciana Milessi, abordó la compleja situación de su clienta, una mujer víctima de violencia de género.
Vianello enfatizó la importancia de entender las dificultades que enfrentan las víctimas y los prejuicios sociales que suelen rodear estos casos. La conversación se centró en la revinculación de Luciana con Nathan Berkovich, víctima y agresor, un tema que generó controversia y confusión en la opinión pública.
La crítica sobre la revinculación de las víctimas con sus agresores es común, pero Vianello destacó que es crucial entender que las dinámicas de violencia de género son complejas y muchas veces no se limitan a la relación directa entre la víctima y el agresor.
A menudo, las mujeres enfrentan una serie de presiones sociales y emocionales que dificultan su decisión de separarse completamente de sus parejas agresivas.
"El mayor sesgo que tiene que sortear la víctima de violencia de género es el prejuicio de la sociedad", señaló Vianello, haciendo hincapié en que el simple hecho de que una víctima se acerque a su agresor no significa que no haya sufrido violencia.
El abogado también se refirió a la situación de las víctimas de violencia de género en general, señalando que muchas no cuentan con el apoyo necesario para enfrentar su situación.
"Hay muchas personas que no tienen un peso para poder pagar un abogado o trasladarse a la fiscalía", dijo, haciendo referencia a la importancia de refugios y sistemas de apoyo para quienes sufren violencia. Según Vianello, estos refugios son fundamentales para brindar protección y acompañamiento, permitiendo que las víctimas se animen a denunciar y a recibir la asistencia necesaria.
"Cuando se trata de violencia de género, es fundamental no juzgar a las víctimas por sus decisiones", afirmó. Es esencial que la sociedad comprenda que las víctimas de violencia no son responsables de las acciones de sus agresores y que cada caso debe ser analizado con sensibilidad y empatía.
La lucha contra la violencia de género requiere no solo medidas legales, sino también un cambio cultural que permita a las víctimas sentirse apoyadas y comprendidas, alejadas de los prejuicios que a menudo las condenan.
Vianello subrayó que, a pesar de las circunstancias actuales, Luciana sigue siendo una víctima de violencia de género. Aclaró que no está en pareja con Berkovich, quien se encuentra bloqueado en su teléfono, y que su acercamiento fue motivado por una preocupación humanitaria tras enterarse de que él estaba en un estado grave de salud. "Luciana se acercó para corroborar la situación, no por una reconciliación", explicó el abogado.
Durante la entrevista, se mencionó el estado de salud de Luciana, quien, tras el encuentro con Berkovich, se sintió abrumada y consumió medicación recetada que le provocó una somnolencia extrema. Vianello reiteró que no se trató de ningún tipo de sustancia ilegal, lo que demuestra la fragilidad emocional y mental de las víctimas en situaciones de estrés extremo.
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