La prórroga de la promoción industrial en el Chaco llega en un momento crítico para el sector, según Aldo Kaston, presidente de la Unión Industrial provincial. En 7AM y tras la aprobación legislativa, Kaston celebró la medida como un alivio para las aproximadamente 200 empresas locales, especialmente aquellas radicadas en Puerto Tirol, Fontana y Barranqueras.
Explicó que la normativa permitirá reducir cargas impositivas y facilitará la instalación de nuevas industrias en parques industriales, algo fundamental para mantener la actividad económica en la provincia.
Sin embargo, el optimismo por la medida local contrasta con su preocupación por la situación nacional. Kaston fue categórico al describir la relación con el gobierno de Javier Milei como un "teléfono absolutamente cortado". Criticó especialmente el régimen de incentivo a grandes inversiones, que según él marginará a los proveedores locales.
"No nos va a permitir trabajar ni siquiera como proveedores de esas empresas que se instalarían con este régimen", afirmó, mientras alertó sobre el avance de productos chinos que llegan a Latinoamérica en apenas 21 días gracias al puerto de Chancay (Perú)
La crisis se refleja en números concretos: muchas empresas chaqueñas operan al 40% de su capacidad y redujeron su plantel hasta en un 50%. Kaston, propietario de una fábrica de embalaje, detalló cómo la caída del consumo obliga a las empresas a competir en un mercado donde los clientes priorizan precio sobre calidad.
"Habíamos logrado posicionar productos premium, pero ahora la gente vuelve a materiales más baratos por necesidad", lamentó. Esta situación se agrava con los aumentos de precios de la materia prima y la inflación, que según él el Gobierno erróneamente presenta como "estabilidad".
Sobre las recientes medidas económicas, Kaston mostró escepticismo: "un 4% de inflación mensual no es estabilidad cuando los salarios pierden poder adquisitivo". Cuestionó además lo que considera una contradicción del Gobierno: "dicen que se retiran de los controles, pero lo primero que hacen es controlar más".
"Si Dios quiere, la semana que viene seguiremos trabajando", resumió preocupado por un escenario nacional que, en sus palabras, "golpea demasiado duro a la industria".
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