El lugar donde todos pueden entrar. Recomendaciones literarias para niños y niñas.
Por Mariana Cayré
Para esta semana les propongo la lectura del libro “Una niña hecha de libros” creado por el famoso ilustrador Oliver Jeffers y el artista Sam Winston. Esta obra se enmarca en lo que denominamos libro álbum.
¿En qué consiste? Puede ser que un texto sea comprensible por sí mismo y que las imágenes lo ilustren (esto ha sido lo más frecuente a lo largo de la historia de la literatura infantil) pero también, como dice la especialista española Teresa Colomer “puede tratarse de un cuento en el que una parte de la información se halle en el texto y otra parte esté contenida en las ilustraciones.
Y también puede ocurrir que las ilustraciones que acompañen un texto –autónomo o no- “vuelen solas” y ofrezcan información extra, no estrictamente necesarias para comprender la historia.”
Es decir que se trata de obras en las que la imagen es portadora de sentidos por sí misma, y en ocasiones, entra en diálogo con la palabra escrita, habilita nuevos significados. La lectura de este tipo de propuestas es muy enriquecedora ya que quien lo hace, debe interpretar dos códigos diferentes.
Esta historia comienza con una niña que navega por un mar de palabras en el que emprende una nueva aventura en la búsqueda de un amigo. Escala montañas de fantasía, se adentra en bosques de cuentos de hadas y ogros o duerme sobre nubes de canciones.
La niña viaja inmersa en un universo de historias que nos resultan familiares; palabras, situaciones o hasta escenarios que resuenan en nuestra mente y nos devuelven un pedacito de nuestro propio mundo de fantasías. Esta obra es en sí misma un homenaje a la literatura toda.
Con un lenguaje poético y evocador, los autores de este libro hacen una profunda reflexión sobre la importancia de la lectura en la formación de un individuo y nos narran (con imágenes y palabras) un viaje apasionante por el imaginario de un niño o niña que se sumerge en los libros, las letras, las palabras. Sobre todo eso, palabras, porque además de ofrecer bellas ilustraciones, todas las páginas están repletas de palabras que recuperan otras historias. Aquellas que posiblemente nos han sido narradas.
Según los propios autores, este libro es una invitación a que cada niña o niño encuentre su propia voz, conozca su propia historia de la mano de otras narraciones. En él encontramos a una niña que se ve transida por la obra más clásica de la literatura, infantil o no, que acompañará a otro personaje que necesita que le muestren el camino.
En sus páginas se lee «Soy una niña hecha de libros. Vengo de un mundo de historias donde todos pueden entrar.»
Eso es la literatura, en definitiva. Un lugar en el que cabemos tod@s.
