El río Paraná, luego de haber recuperado nivel después de la bajante histórica del año pasado, volvió registrar profundidades preocupantes debido a las sequías del sur de Brasil, que amenaza con dificultar el tránsito y los accesos al complejo portuario en medio de la cosecha gruesa de soja, maíz y el sorgo.

Este lunes, se informó que la profundidad a la altura de Rosario llegó a tan solo un metro cuando la media histórica es de 3,4 y el pronóstico no es muy alentador, para las próximas semanas seguirá bajando, señalan.

 

Esta pérdida de profundidad de la Hidrovía impacta en la capacidad de navegación de los buques y pérdidas en su capacidad de carga. Según estimaciones oficiales, durante mayo los barcos deberían cargar un mínimo de 7,2 milllones de toneladas de trigo, maíz y harina de soja, sin embargo, por la bajante se reducirían en 730 mil toneladas.

Este lunes, la profundidad del Paraná a la altura de Rosario llegó a tan solo un metro cuando la media histórica es de 3,4 y el pronóstico señala que seguirá bajando

Esto se debe a que los barcos no podrán cubrir toda la capacidad de sus bodegas en los puertos del Gran Rosario para evitar encallamientos y deberán completar la carga en provincia de Buenos Aires, incrementando considerablemente los costos logísticos y perdiendo competitividad.

En consecuencia, la empresa Jan de Nul, encargada del dragado de la Hidrovía, redobló esfuerzos y activó un plan de sobredragado de dos pies adicionales de profundidad (50cm) para compensar el bajo nivel del Paraná en el menor plazo posible con el fin de aminorar el impacto de este fenómeno y facilitar el tránsito fluvial.


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