El Gobierno israelí anunció este jueves un despliegue "masivo" de fuerzas de seguridad en ciudades de mayoría o gran población palestino-israelí en medio de los peores enfrentamientos entre sus ciudadanos judíos y musulmanes en más de dos décadas, que suman un segundo frente a los ataques en Israel y Hamas, desde y contra la Franja de Gaza.

Al visitar la ciudad central de Lod, en la periferia sur de Tel Aviv y una de las más afectadas, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que podría adoptar severas medidas para contener la violencia, incluyendo una muy polémica y llamada detención administrativa, que se aplica mayormente a los palestinos.

Desde hace cuatro días, palestinos de nacionalidad israelí e israelíes judíos recorren las calles de esas ciudades "mixtas" desbocados, atacándose entre sí e incendiado propiedades y autos, en un espasmo de violencia que constituye una seria amenaza para la paz interna de Israel, ya que el 20% de sus ciudadanos son palestinos.


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