Pablo Robaina, dueño de "La Bella", la reconocida empresa chaqueña de muebles y colchones, compartió con La Mañana de Natagalá su perspectiva sobre el impacto de la situación económica en la industria.
Robaina destacó la constante preocupación por la apertura de importaciones, señalando que afecta directamente la mano de obra local y genera una competencia desigual debido a la diferencia de costos, impuestos y logística con otros mercados, especialmente el chino, con el que es "imposible competir" por volumen y tecnología.
A pesar de este panorama, La Bella se preparó implementando mucha tecnología en sus productos, optimizando la eficiencia industrial y mejorando continuamente sus métodos de producción y gestión. La fortaleza de la industria local, según Robaina, reside en la cercanía con el cliente y la capacidad de adaptar los productos a sus necesidades, buscando siempre un buen precio a través de la eficiencia y "pegándole en el gusto".
El empresario también se refirió a la evolución de los gustos de los consumidores, que cambian cada dos o tres años. Actualmente, la tendencia apunta a la optimización de los metros cuadrados en los hogares, cada vez más reducidos.
Por ello, La Bella se enfoca en el diseño de sillones modulares y multifuncionales, como esquineros que se transforman en sofá cama o poltronas que se convierten en prácticamente camas, siempre priorizando la calidad y la estandarización de medidas para facilitar su ingreso en los hogares.
La compañía innovó con un showroom moderno en el Parque Industrial de Puerto Tirol, que cuenta con amplias cocheras y horario corrido, incluso los domingos, para ofrecer mayor comodidad a sus clientes.
En el marco de la próxima Expo Living, que se realizará del 7 al 13 de julio, La Bella lanzará promociones destacadas para sus productos, incluyendo el regreso de las 18 cuotas sin interés con Tarjeta Tuya del Banco del Chaco, sumado a un 15% de descuento.
Robaina explicó que la vida útil de un colchón ronda los 5 a 7 años, dependiendo del cuidado, y recomendó rotarlos una vez cada mes o mes y medio. Recordó los orígenes de la empresa en 2001, en plena crisis económica, como un "acto de resiliencia y rebeldía" de sus padres, quienes pasaron de importar a fabricar sillones ante la imposibilidad de sostener el negocio anterior.
El nombre "La Bella" surgió como un tributo a su madre, simbolizando el esfuerzo y el trabajo familiar que permitió a la empresa crecer y destacarse en la región.
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