El presidente de la Administración Provincial del Agua (APA), ingeniero Jorge Pílar, informó que las últimas precipitaciones registradas en la provincia del Chaco tuvieron un impacto mínimo y no representaron riesgos significativos para el sistema hídrico.
Según precisó en El Resumen de Natagalá, los pluviómetros operados junto a la Policía del Chaco indicaron acumulados inferiores a los 20 milímetros en casi todo el territorio, lejos de los valores que podrían generar inconvenientes. De todas formas, recordó que en localidades como Tres Isletas aún se trabaja en tareas de drenaje tras las lluvias intensas de la semana pasada.
Pílar destacó la importancia de que los vecinos realicen denuncias ante cualquier intento de relleno de lagunas urbanas, ya que cada metro cúbico tapado “es un metro cúbico menos de almacenamiento”. Indicó que actualmente quedan 29 cuerpos de agua en el área metropolitana y que el organismo los defenderá “con capa y espada”.
En ese sentido, explicó que si bien algunos trabajos pueden estar autorizados, muchos son clandestinos y deben ser frenados a tiempo para evitar desbordes durante eventos de lluvias fuertes.
Respecto de los trabajos de limpieza en ríos y canales, confirmó que se continúa interviniendo en el río Negro y en el canal de avenida Soberanía Nacional, aunque reconoció que la disponibilidad de recursos financieros condiciona la periodicidad de las tareas.
Contó que se encontraron desde sedimentos naturales hasta residuos insólitos arrojados por vecinos e incluso se realizaron demoliciones de construcciones ilegales en márgenes de canales. Recordó que el año pasado se logró limpiar 30 kilómetros del río Negro, aunque la proliferación de desagües cloacales clandestinos provocó mortandad de peces en sectores como Villa Fabiana Sur.
Consultado sobre el funcionamiento de las estaciones de bombeo, señaló que la mayoría opera “de manera razonable”, aunque otras requieren mantenimiento que depende del financiamiento estatal.
En paralelo, APA elabora proyectos de obras mayores para localidades del interior, como defensas hídricas en Charata y un plan pluvial para Quitilipi. También avanzan gestiones para nuevas estaciones de bombeo en lagunas como Los Teros con apoyo del Consejo Federal de Inversiones.
Por último, Pílar aclaró que, pese a la nostalgia de algunos vecinos, el río Negro no está en condiciones de volver a funcionar como balneario por no garantizar una calidad de agua segura para el contacto humano. En cambio, recomendó utilizar natatorios habilitados o playas sobre el río Paraná.
Sin embargo, se mostró optimista sobre el uso recreativo de espacios recuperados, como el canal Soberanía, que podría convertirse en zona de esparcimiento si la limpieza se mantiene y la comunidad se apropia del lugar.
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