Por Nestor D. Guevara

El 26 de enero es el Día Mundial de la Educación Ambiental, celebrado internacionalmente con el fin de enfatizar la importancia de la educación como generadora de conciencia sobre el cuidado del ambiente. Se trata de una efeméride que busca sensibilizar a las personas sobre la delgada línea que existe entre el desarrollo humano y la conservación del planeta.

Esta fecha conmemorativa se originó con la Declaración de Estocolmo, en 1972 (en la Conferencia sobre el Medioambiente Humano, organizada por las Naciones Unidas).

En la misma, se estableció la Educación Ambiental como una prioridad. Como resultado, tres años después se firmó un acuerdo entre países - la Carta de Belgrado: un marco general para la educación ambiental- donde se establecieron metas ambientales, objetivos y principios de su educación.

Durante muchos años se vio al medio ambiente como una fuente inagotable de recursos, pero hoy en día se reconoce que existe un delicado equilibrio entre el entorno y el hombre, por lo que si éste no toma conciencia de sus actos puede acarrear graves consecuencias para todos los habitantes del planeta.

En este 2021, se honra esta fecha de una manera distinta, especial; como lo fue el año que acaba de terminar. Un año signado por una pandemia donde todos y todas tuvimos que generar y aprender nuevas prácticas de cuidado que llegaron para quedarse.

Una de las situaciones que más recorrieron los portales de noticias y las redes sociales fue “la naturaleza se abre paso ante el encierro del hombre” y se vieron imágenes que en otro momento hubieran sido difíciles de ver: diferentes especies salieron a recorrer lugares donde hasta hacía poco tiempo fueron “territorio exclusivamente humano” ( cabe recordar el caso del Aguará Guazú - que escapando de los incendios de montes vecinos a Resistencia- intentó refugiarse en un Centro Comercial de Avenida Sarmiento en el mes de octubre del año pasado; o en la misma zona: Parque de la Democracia, la presencia de una manada de Carpinchos en la madrugada de mediados del mes de mayo, llamó la atención de una patrulla policial que recorría el lugar).

Naturaleza, ambiente y humanidad no recorren senderos separados sino que van de la mano. Por todo esto, en esta celebración tan particular la palabra cuidado toma especial relevancia: la Educación Ambiental es cuidado; no sólo personal, sino también colectivo, para y por todas y todos.

La educación ambiental viene a crear conciencia en todas las personas sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, de proteger la flora y la fauna de sus localidades. Pero también busca peticionar o exigir a los gobiernos para que creen políticas que resguarden los entornos naturales y den soluciones a las problemáticas medioambientales de su país.


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