La misa, realizada con pocos fieles para evitar la aglomeración, fue oficiada por monseñor Hugo Bárbaro, y contó con la participación del intendente de Villa Ángela, Adalberto Papp.

Capitanich destacó que la celebración de la virgen de la Laguna "es un acontecimiento de amplio y profundo fervor popular, religioso y de devoción mariana".

"Si bien no se pudo realizar una celebración multitudinaria como ocurre cada 8 de diciembre, se tomaron todas las precauciones para estar presentes, como todos los años, manteniendo viva la fe y rezando por todo lo pueblo del Chaco", aseguró el gobernador.


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