El régimen de Nicolás Maduro se encuentra acosado en varios frentes: en a lo interno por una especie de rebelión en la granja que produjo la dimisión de su gabinete este lunes que lo forzó a nombrar siete nuevos ministros y la amenaza de disolución del Parlamento, en manos de la oposición, que delegó a Diosdado Cabello, quien prefirió hacerlo gradualmente para sacar provecho personal del dialogo de Noruega.

En la reunión ministerial de Maduro celebrada este lunes en Miraflores, Clarín supo de buenas fuentes oficialistas que los ministros se vieron forzados a renunciar en masa porque le plantearon a Maduro que no podían seguir trabajando en esas condiciones por la falta de recursos para pagar la nómina del personal, los proyectos y funcionamiento de la Administración Pública.

Maduro les habría respondido que no hay recursos y que debían seguir en esas condiciones o renunciar. Los ministros prefirieron lo último y se fueron en masa. Maduro, entonces, anunció la designación de siete nuevos ministros, especialmente del área social, turismo y mujer, porque de las áreas "duras" como las económicas y financieras todavía no ha hecho anuncios.

Un caso especial es la mujer de Diosdado Cabello, Marlenys Contreras, quien de ministra de Obras Públicas, antes como de Turismo, fue destituida sin mayores explicaciones. Al número dos del régimen parece no importarle ese cambio debido a los rumores de su divorcio con la madre de sus tres hijos.

El gabinete de Maduro fue aumentado a más de 35 ministerios, una barbaridad con la escasez recursos, déficit presupuestario, caída de la producción y del comercio, según los empresarios. Esto ocurría en el palacio de Miraflores mientras Cabello anunciaba este lunes cómo iba a ser la disolución del Parlamento para restarle poder a su adversario Juan Guaidó.

abello se ufanó como siempre con su mazo mediático. En la presidencia de la Asamblea Nacional Constituyente, una entidad chavista cuestionada por fraudulenta desde que se instauró hace dos años, el capitán del Ejército, que nunca tuvo el favor de Hugo Chávez, admitió que quería disolver el Parlamento, pero que lo haría a su modo: en cámara lenta.

Desde que la oposición ganó el Parlamento con el favor de los votos de 14 millones de venezolanos en diciembre del 2015, su mayoría absoluta de 112 bancas de las 165 fue escamoteada por Cabello que era el presidente de la saliente Asamblea Nacional.

En las fiestas navideñas del triunfo opositor, Cabello inventó que 3 diputados postulados por la oposición de Amazonas no podían ser reconocidos: así les rebajó la mayoría absoluta a la oposición.


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