
Brigitte Bardot murió este domingo a los 91 años y Francia despide a una de las figuras más influyentes de su historiacultural, una mujer que fue actriz, cantante, símbolo de libertad y activista por los derechos de los animales, y que encarnó con intensidad, contradicciones y rebeldía el espíritu de toda una época.
La noticia fue confirmada a través de un comunicado de la fundación que lleva su nombre, en el que se destacó su aporte no solo al cine y a la música, sino también al debate social y cultural en Francia. Su fallecimiento generó reacciones en todo el mundo del arte y más allá, con homenajes que resaltaron la dimensión de un legado que atraviesa generaciones.
El estallido de una estrella y la revolución cultural
El punto de quiebre llegó en 1956 con Y Dios creó a la mujer, dirigida por Roger Vadim, quien entonces era su marido.
Esa película no solo la lanzó a la fama internacional, sino que redefinió la representación de la sexualidad femenina en la pantalla. Sensual, libre, provocadora, Bardot rompió con los moldes tradicionales y se convirtió en el rostro de una modernidad que incomodaba y fascinaba a la vez.
Durante las décadas de 1950 y 1960 filmó más de 40 películas y trabajó con directores como Jean-Luc Godard, Louis Malle y Henri-Georges Clouzot.
En paralelo, desarrolló una exitosa carrera musical con canciones que quedaron grabadas en el imaginario francés, como La Madrague y Harley Davidson. Musa de diseñadores, creadora de modas y “fundadora” simbólica del Saint-Tropezmoderno, su imagen recorrió el mundo.
