El enigmático general de la Guardia Revolucionaria está al mando de 400 combatientes enviados en apoyo de los rebeldes hutíes que llevan adelante una guerra civil desde 2015. Las plantas petroleras de Saudi Aramco fueron bombardeadas con drones y misiles de crucero.

Diferentes agencias de inteligencia occidentales han señalado a Shahi, de acuerdo al sitio especializado en defensa Intelligence Online, como líder de las operaciones iraníes en Yemen, donde cuenta además con ayuda de miembros del grupo terrorista libanés Hezbollah, protegido por Teherán.

Aún más, se cree que el general estuvo detrás del ataque con misiles de cruceros y drones a dos instalaciones de la empresa Saudi Aramco, que tuvieron lugar dos meses atrás en Arabia Saudita.

En aquella ocasión, las refinerías en Abqaiq y Khurais fueron golpeadas por 19 proyectiles, que causaron una fuerte caída en la producción de petróleo que afectó a la oferta global de crudo.

Casi de inmediato, Arabia Saudita culpó a Irán, su archirrival regional, por los ataques, aunque la evidencia indicaba que los misiles y drones habían provenido desde Yemen, desde donde los hutíes suelen disparar misiles contra objetivos sauditas.

Estos misiles balísticos y de crucero proceden, se cree, de Irán, que logra enviarlo desarmados y a través de varias rutas, para ser luego ensamblados en el país árabe antes de su utilización.

En el reporte de Haaretz, donde se revela el dato aportado por Intelligence Online, se destaca sin embargo que la presencia de Shahi no se ha podido verificar por otras fuentes. Aunque en las últimas semanas el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha repetido varias veces que Irán estaba desplegando misiles en Yemen.


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