En año electoral, el Gobierno conserva la voluntad de reformas legislativas. Después de conseguir en las sesiones extraordinarias la eliminación de las PASO y la sanción de leyes de seguridad, Javier Milei delineó las nuevas prioridades del oficialismo para tratar en el Congreso de la Nación.
Entre ellas incluyó la aprobación de un nuevo acuerdo con el FMI, modificaciones al Código Penal, una reforma impositiva y un avance hacia nuevas privatizaciones de compañías públicas.
A un año de anunciar su pretensión del Pacto de Mayo, el Presidente aseguró que desde su gestión "no tenemos una ambición de poder sino una ambición reformista" que “serán abordadas en este período legislativo, o bien a partir del 11 de diciembre de este mismo año".
El optimismo presidencial a un triunfo electoral que le dé a La Libertad Avanza mayor influencia parlamentaria fue relativizada minutos después, cuando aclaró que "si este Congreso decidiera no acompañar de forma mayoritaria al Gobierno” actuará “solo y a nuestra manera”.
La promesa del decreto significó una redundancia en uno de los momentos de mayor trascendencia de la noche: cuando Javier Milei le pidió al Congreso su apoyo para un nuevo acuerdo al FMI.
“Es algo obvio para acomodar la cuenta en el Banco Central”, señaló un diputado de la oposición presente en el recinto, que apuntó al decreto 846/2024 de septiembre del año pasado que flexibiliza los requisitos para realizar canje de deuda en dólares.
El mandatario también se refirió a la intención oficialista de “una ley de Seguridad nacional que nos provea herramientas a nuestro Estado nacional, el servicio de inteligencia y nuestras fuerzas".
La iniciativa, que ya fue defendida por el ministro Luis Petripara permitir la intervención de las FFAA en asuntos internos, fue promulgada el pasado diciembre a través del DNU 1112/2024, lo que permite evitar la instancia del estado de sitio para ampliar las potestades de las fuerzas.
La oposición hizo conocer públicamente su rechazo a ambos decretos, aunque las voluntades siempre se expresaron dispersas para concretar los dos tercios que permitan derogarlos.
Reformas en economía: privatizaciones e impuestos
“Empezamos a dar los primeros pasos para privatizar a las empresas públicasporque entendemos que el Estado no está para reemplazar al empresario”, reivindicó Milei en su discurso, aludiendo a las ocho empresas que el Congreso aprobó privatizar en agosto, con la sanción de la ley Bases. A ello le continuaron una serie de decretos que ampliaron esa lista, entre las que se incluyen uno de los objetivos del oficialismo: Aerolíneas Argentinas.
Aunque la aerolínea de bandera fue declarada “sujeta a privatización” en octubre a través del DNU 873/24, tanto esta como todas las empresas incluidas en la ley Bases tienen que atravesar un nuevo proceso de debate parlamentario en la Comisión Bicameral de Reforma del Estado y Seguimiento de Privatizaciones.
La particularidad es que esta aún no fue conformada y tampoco se dispusieron sus miembros. Aún así, existen reparos de habituales aliados provinciales, que entienden estratégica la llegada de Aerolíneas Argentinas a sus distritos. “No queremos darle al gobierno un cheque en blanco con Aerolíneas", le dijeron a Ámbito desde el bloque Encuentro Federal.
Otras de las prioridades del discurso presidencial fue la reforma impositiva, con la intención de “reducir en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y pasar a tener únicamente seis impuestos".
Sin dar detalles de cuáles serían los cobros que se mantendrían, Milei apuntó a otro lineamiento: la autonomía fiscal de las provincias, en la que Nación establecería un "piso mínimo para cada impuesto” y “las provincias podrán elevarlo a su criterio”, habilitando una competencia fiscal entre las provincias que “dinamizarían sus economías”.
El planteo, respaldado por los diputados de Innovación Federal -aliados del oficialismo desde los distritos-, contrastó con las críticas desde las bancadas más opositores, que subrayaron la falta de mención al Presupuesto 2025, que no fue tratado en el recinto del Congreso.