SANTIAGO (AFP).- Ayer fue el segundo día de un nuevo paro nacional en Chile, en medio de las protestas en todo el país, y la capital volvió a llenarse de gente en las calles que una vez más se enfrentó al accionar de las fuerzas de seguridad.

Miles de personas se concentraron en Plaza Italia, centro de Santiago, donde se produjeron disturbios y se destrozaron las puertas de una estación de metro para armar barricadas. La Policía dispersó las manifestaciones con gases lacrimógenos y carros lanza agua, en medio de la tensión por el informe de la organización Human Rights Watch (HRW), que denunció "graves" violaciones a los derechos humanos por parte de la Policía y recomendó una reforma de la institución.

Asimismo, y por la noche, encapuchados saquearon e incendiaron un hotel y una oficina pública de la ciudad de La Serena (norte), mientras que en Iquique (norte) robaron un supermercado y también fue quemado el periódico El Líder del puerto de San Antonio (centro). Por su parte, en Valparaíso, grupos de personas provocaron incendios.

De acuerdo con lo publicado por el diario Biobio, el establecimiento que se vio afectado por la violencia fue Hotel Costa Real de la Serena, que tras ser saqueado durante la tarde fue incendiado. El fuego comenzó por la noche, cuando al menos 50 encapuchados ingresaron, destrozaron el lugar, asaltaron al personal del recinto, se llevaron sus pertenencias y para terminar prendieron fuego el segundo piso.

La emergencia fue controlada por Bomberos, que debieron rescatar a siete huéspedes hospedados en el tercer y cuarto piso. Uno de los dueños del hotel lamentó lo sucedido y dijo que ninguna de las personas que se hospedaban allí resultó herida.


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