El histórico estatus de neutralidad de Suiza está a punto de enfrentarse a su mayor prueba en décadas, después de que su Ministerio de Defensa haya decidido acercarse a las potencias militares occidentales en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.

El Ministerio de Defensa suizo está elaborando un informe sobre diversas opciones en materia de seguridad, que incluyen ejercicios militares conjuntos con los países de la OTAN y la reposición de municiones a aliados, dijo a Reuters Paelvi Pulli, jefa de la política de seguridad del ministerio.

No se ha informado previamente de los detalles de las opciones políticas que se están debatiendo en el Gobierno suizo.

“En última instancia, podría haber cambios en la forma de interpretar la neutralidad”, dijo Pulli en una entrevista celebrada la semana pasada.

En un viaje a Washington esta semana, la ministra de Defensa suiza, Viola Amherd, dijo que Suiza debería colaborar más estrechamente con la alianza militar liderada por Estados Unidos, pero no unirse a ella, según informaron medios de comunicación suizos.

La neutralidad, que mantuvo a Suiza fuera de las dos guerras mundiales durante el siglo XX, no es un objetivo en sí mismo, sino que el Gobierno pretende aumentar la seguridad del país, dijo Pulli.

Otras opciones son las reuniones periódicas de alto nivel entre mandos y políticos suizos y de la OTAN, dijo.

El acercamiento a la Alianza supondría una ruptura con la tradición de no tomar partido que, según quienes la apoyan, ayudó a Suiza a prosperar pacíficamente y a mantener un papel especial como intermediario internacional, incluido durante el enfrentamiento de Occidente con la Unión Soviética.

Se ha debatido la idea de entrar de lleno en la OTAN, pero mientras que Suecia y Finlandia -países que también tienen una historia de neutralidad- están a punto de entrar, Pulli dijo que era poco probable que el informe recomendara a Suiza dar ese paso.

El informe debe estar terminado a finales de septiembre, cuando se someterá a la consideración del gabinete suizo. Se presentará al Parlamento suizo para su debate y servirá de base para posibles decisiones sobre la futura orientación de la política de seguridad del país. El informe en sí no se someterá a votación.

El Ministerio de Defensa suizo también contribuirá a un estudio más amplio que está preparando el Ministerio de Asuntos Exteriores. Ese proyecto examinará la adopción de sanciones, las armas, la exportación de municiones y la relación con la OTAN desde la perspectiva de la neutralidad, dijo el ministerio de Asuntos Exteriores.

UCRANIA REAVIVA EL DEBATE SOBRE LA NEUTRALIDAD 

Suiza no ha luchado en una guerra internacional desde 1815, cuando adoptó la neutralidad en el Congreso de Viena que puso fin a las Guerras revolucionarias francesas.

La Convención de La Haya de 1907 establece que Suiza no participará en conflictos armados internacionales, ni favorecerá a las partes beligerantes con tropas o armamento, ni pondrá su territorio a disposición de los bandos enfrentados.

La neutralidad, consagrada en la Constitución suiza, permite a Suiza el derecho a la autodefensa y un margen de maniobra para interpretar los aspectos políticos del concepto no cubiertos por su definición legal.

El concepto se actualizó por última vez a principios de la década de 1990, tras el colapso de la Unión Soviética, para permitir una política exterior basada en la cooperación con otros países en áreas como la ayuda humanitaria y la ayuda en caso de catástrofe.

El conflicto ucraniano ha reavivado el debate, centrado ahora en las decisiones del Gobierno suizo de imponer sanciones a Rusia, pero sin permitir la reexportación de municiones de fabricación suiza a Ucrania. “Hay mucho malestar por el hecho de que Suiza no pueda contribuir más a ayudar a Ucrania”, dijo Pulli.

El suministro de municiones a otros países para reemplazar las que envían a Ucrania es otra medida potencial, dijo Pulli, en un cambio de la política mantenida por su Gobierno hasta ahora, aunque el suministro directo es probablemente un paso que iría demasiado lejos.

El presidente suizo, Ignazio Cassis, ha descartado el suministro de armas a terceros países en apoyo de Ucrania, pero, mostrando posiblemente una visión más amplia de la cuestión, también ha dicho que la neutralidad no es un “dogma” y que no responder con sanciones “habría favorecido al agresor.”

Fuente: Infobae


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