
La fundación PayaSonrisas trabaja desde hace casi ocho años en el acompañamiento social de niños, niñas y personas mayores en situación de vulnerabilidad en distintos puntos del Chaco.
César Torres, presidente e impulsor del proyecto, explicó en El Resumen de Natagalá que el grupo nació tras una experiencia personal con su hijo y con el compromiso de “dedicar la vida a hacer sonreír a los niños”.
Con el tiempo, la iniciativa se expandió a escuelas, plazas, merenderos, hospitales pediátricos y geriátricos. “Donde haya una persona falta de amor, ahí vamos a estar”, afirmó.
Hoy cuentan con más de 100 integrantes, entre voluntarios y familias de diferentes localidades chaqueñas e incluso de otras provincias y países vecinos. La tarea no se limita a actividades recreativas: también se organizan campañas solidarias para asistir a quienes atraviesan situaciones complejas.
“Nos involucramos más y más: contra el maltrato infantil, el abuso, entregamos sillas de ruedas, zapatillas y medicamentos”, detalló Torres, al tiempo que lamentó que “vemos una sociedad que necesita más amor y empatía”.
Paola Castello, quien se sumó desde su experiencia en el trabajo con infancias, destacó que PayaSonrisas también lleva acompañamiento emocional a los padres y familias. “Muchas situaciones nos movilizan, son muchas emociones. Por eso siempre decimos que necesitamos estar fuertes para poder ayudar”, señaló. Ambos coincidieron en que la alegría que ofrecen no se limita a los niños: “cuando vamos a un barrio o un merendero, el mensaje es para una familia completa”, remarcó Castello.
Para sostener su crecimiento, la fundación continúa convocando a colaboradores y apoyo logístico. Actualmente no cuentan con un espacio físico para reunirse y capacitar a los voluntarios.
Torres informó que quienes deseen sumarse o realizar donaciones pueden contactarlos a través de las redes sociales, donde figuran como PayaSonrisas. “Estamos cambiando vidas y queremos que más gente se anime a formar parte”, expresó.
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