El Reino Unido no mandará a sus representantes políticos a los Juegos Olímpicos de  invierno de Beijing, anunció este miércoles el primer ministro británico, Boris Johnson, sumándose a un boicot diplomático de Estados Unidos alegando violaciones de los derechos humanos por parte de China.

"Como he dicho anteriormente, no apoyamos los boicots deportivos, pero no hay planes para (...) que los ministros asistan a los Juegos Olímpicos de Invierno", afirmó en el Parlamento.

"Habrá un boicot diplomático", subrayó, informó la agencia de noticias AFP.

Más temprano, el Gobierno de Australia dijo que también se sumaba al boicot.

En ninguno de los casos, el boicot diplomático afecta a las contiendas deportivas ni impide la participación de los atletas británicos, estadounidenses o australianos.

A "nadie le importa saber si vienen o no" los representantes políticos, dijo por su parte el miércoles un portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, al reaccionar al anuncio de Australia.

"Sus maniobras políticas y sus pequeños trucos no cambiarán nada al éxito de los Juegos Olímpicos", añadió.

La decisión de Australia

Desde ese país informaron que se suman a la estrategia de Estados Unidos y anunciaron su boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, algo que a "nadie le importa", según respondió el Gobierno de China.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, indicó que su país no enviará representantes oficiales a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, que se celebrarán en febrero en la capital china.

Dos días antes, Washington anunció que no enviará a representantes diplomáticos -aunque sí a sus atletas-, debido a lo que describió como violaciones de los derechos humanos cometidas por China.

Como Washington, Morrison también citó las violaciones de los derechos humanos en China para justificar su decisión, especialmente en la región de mayoría musulmana de Xinjiang, en el noroeste chino, donde operan grupos separatistas islamistas.

Según activistas de derechos humanos y varios Gobierno, hasta 1 millón de musulmanes uigures y otras personas de minorías musulmanas están encarceladas o "en campos de reeducación" en Xinjiang, sometidos a trabajos y esterilizaciones forzadas.

China considera tales afirmaciones occidentales como la "mentira del siglo".

Asimismo, Morrison mencionó una serie de desacuerdos que mantiene su país con el gigante asiático.

Al respecto, el vocero de la Cancillería china Wang Wenbin expresó en conferencia de prensa que "a nadie le importa saber si (los australianos) vienen o no".

Además, aseguró que China nunca tuvo la intención de invitar a autoridades australianas.

La decisión de Australia "muestra ante los ojos de todos que el Gobierno australiano sigue ciegamente la línea de un país", espetó Wang sin mencionar a Estados Unidos, informó la agencia de noticias AFP.

Lo cierto es que en ninguno de los casos, el boicot diplomático afecta a las contiendas deportivas ni impide la participación de los atletas estadounidenses o australianos.

No obstante, la decisión estadounidense generó indignación en Beijing.

"Estados Unidos pagará el precio de sus malas pasadas", dijo el pasado martes un portavoz de la diplomacia china.

Al igual que Estados Unidos, el Comité Olímpico Australiano indicó que el boicot diplomático no afectaría la preparación de sus atletas y aseguró que su prioridad era asegurar un "viaje seguro a China debido a la complejidad del coronavirus".

Un vocero de la embajada china en Australia señaló que los atletas de ese país serían bienvenidos a los Juegos y les deseó una "excelente actuación".

Fuente: Telam


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