
El dólar blue volvió a subir y el riesgo país acompañó. El regreso de la desconfianza del mercado no fue casual. Este viernes se conoció el balance cambiario de noviembre, que arrojó un déficit de USD 1.163 millones.
La origen de la inquietud es evidente: el próximo nueve de enero la Argentina tiene que pagar un vencimiento de USD 4.100 millones y lejos de acumular dólares.
Esa inquietud tiene respaldo en los números oficiales. El balance cambiario de noviembre que publicó el Banco Central mostró un déficit de cuenta corriente de USD 1.163 millones. Es decir, al país le salieron más dólares de los que le entraron por comercio, servicios y rentas. Un dato que no dialoga bien con la promesa de acumular reservas.
El problema más grave no está en el comercio exterior, aunque la caída respecto al año anterior es pavorosa, y se acerca al 80%. Pero aún así, el rubro Bienes dejó un superávit de USD 535 millones, con USD 4.888 millones cobrados por exportaciones y USD 4.353 millones pagados por importaciones.
El balance cambiario de noviembre que publicó el Banco Central mostró un déficit de cuenta corriente de USD 1.163 millones. Es decir, al país le salieron más dólares de los que le entraron por comercio, servicios y rentas. Un dato que no dialoga bien con la promesa de acumular reservas.
La reacción de la gente ante esa situación quedó reflejada en el mercado de cambios. Las personas humanas compraron USD 1.596 millones netos, con USD 1.088 millones destinados a billetes. Más de 1,1 millón de personas salió a dolarizarse. No es pánico, pero tampoco confianza.
El equilibrio mensual se sostuvo por otro lado. La cuenta financiera fue superavitaria en USD 1.656 millones, gracias a ingresos del sector financiero y a los llamados "otros movimientos netos". En cambio, el Gobierno y el BCRA tuvieron un rojo de USD 840 millones.
Las reservas subieron USD 954 millones y cerraron en USD 40.335 millones, pero no por acumulación genuina. Pesaron los depósitos de los bancos en el Central, la revaluación de activos como el oro con destino incierto y compras puntuales del Tesoro. Al mismo tiempo, se pagaron USD 843 millones al FMI y USD 865 millones a otros organismos.
Fuente: La Política Online
