Fernando Báez Sosa murió el último 18 de enero de 2020 a manos de un grupo de rugbiers que le propinaron una golpiza a la salida de un boliche en Villa Gesell, producto de lo cual terminó inconsciente y tuvo que ser trasladado de urgencia en ambulancia, aunque finalmente falleció por "un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a traumatismo de cráneo", según reveló una posterior autopsia.

El hecho tuvo trascendencia nacional, alcanzando todos los medios del país en lo que fue el tema de debate social previo al arribo de la pandemia por coronavirus, con una actualización constante de los pasos judiciales que luego se vieron soslayados por la parálisis general del desarrollo de la Justicia, aunque el eco también estuvo por el dolor de unos padres que perdieron a su único hijo.

Ocho días antes de aquella madrugada fatal, Fernando fue despedido por su mamá y su papá antes de comenzar el viaje con sus amigos hacia la ciudad balnearia. Inesperadamente, esa fue también la última vez que lo vieron con vida, y la última vez su madre pudo fotografiarlo, según lo recordó este último domingo al cumplirse un año de aquella despedida eterna.

“Hoy 10 de enero se cumple un año que Fer salió de casa para pasar su vacación y nunca regresó. Aquel día llegaba temprano de mi trabajo para acompañar a mi hijo hasta la casa de su amigo para viajar. Esta es la última foto que le saqué”, recordó Graciela Sosa desde su cuenta personal en Facebook, en un posteo que acompañó junto a la foto del joven.

“Quisiera retroceder el tiempo para volver a abrazarlo. Que injusta es la vida, nadie merece lo que le hicieron, lo masacraron sin piedad. Hoy imploro Justicia y la única perpetua. Extraño mucho a mi hijo”, cerró Graciela en su publicación.

La familia Báez Sosa hoy continúa con la lucha judicial que hasta las últimas novedades mantiene la imputación sobre los rugbiers Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (20), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (19), Ayrton Viollaz (21), quienes continúan detenidos en la Alcaidía 3 de Melchor Romero –La Plata-, a donde fueron derivados el 13 de marzo desde el penal de Dolores, mientras que Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (19) fueron liberados, aunque su implicancia sigue siendo tenida en cuenta para la investigación.


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